lunes, 30 de noviembre de 2009

DESOLACIÓN


Hay un lecho bravío en los aullidos alejandrinos
que te alejan cada día
un poco más.
Es factible presumir vientos del Pacífico,
guerreros entronados
en la sombra fulgurante de discreto atavío.
Es prudente aconsejar al vacío
y evitar que su suerte sea echada.

Cordura insensata…
Data el cielo su miseria
y cobra al ciento, su dulzura.
los asnos se enfadan
y ruega el canto por su memoria.

El bolero solía envanecerse
en el interregno
espacio vital
en que fue bailado.

Burlas bufonas enfadan el ambiente
y tú
ni en desvaríos apareces.

Ese olor - ¡Maldito sea!-
se acomoda suavemente en  los recuerdos;
fuego arde, suda, lucha.
Guerra  llama
Tierra  tiembla;
el país se aletarga,
finge estar loco;
nada que despierta.
Humor burgués negro
no alcanza,
lívida la huida se revela
mientras el trópico se ahorca.

Y tú
ni en desvaríos apareces.

León Plata.
30 de octubre de 2003.
Huyendo
*Imagen: PANCORBO, Alberto. Poblada Soledad

viernes, 27 de noviembre de 2009

DESEOS EN CLAROSCURO



Quisiera regir tempestades
y decretar calmas a mi antojo ;
tallar un rayo con mis pliegues,
esculpir con la brisa el canto del gallo;
herrumbrar huertos de estulticia
llagando esperanzas de yeso.

Esto musitaba el bandoneón
en claroscura dilación del tiempo,
avivando el paso de los amantes fugaces,
escondido tras la sal de los sexos,
mientras sembraba llamaradas
exultantes de pasión
en los caminos encontrados
de la bohemia que lo embriagaba...


León Plata

viernes, 20 de noviembre de 2009

DISFRAZ DE PASADO


Hierves en llanto;
ayer te disfrazaste de pasado
nublaste el son de los buenos presagios
atrapado en la última lágrima,
acontecer proscrito,
malhadado,
incrustado en el hipotálamo
como una bala,
proyectil cansino
del otoño mustio;
plétora de injusticias,
miasma de esclavos
celebrando sus cadenas.
Ayer te disfrazaste de pasado,
espíritu de lo inerte,
salaz fragor del oprobio;
hoy el disfraz se precipita
crepitando en llamas que divagan,
enarbolando en pleno la borrasca
que prende a su vientre
harapos para cegar
la vista a la utopía;
para crujir aún en sus vísceras...


León Plata, 20 de noviembre de 2009

domingo, 15 de noviembre de 2009

DEJADEZ - SIN SUJETO-



Las letras se descomponen,
los tiempos se banalizan,
los sueños  se tornan mezquinos,
los cuerpos se desvanecen.
 Se extinguen los sujetos.

Se señala el alba
como vil jinete apocalíptico;
las acciones humanas
se dispersan
en cinco pesos de rutina.

Cómo se dilapidan las ganas,
cómo se perfila el silencio,
¿Dónde habrán dejado
la lucidez inflamada
del son alucinante?
¿En el demencial equilibrio
que  excitaba la razón?

¿Dónde habrán dejado
la sagaz escopeta
que disparaba pasiones
en vainillas de tierna justicia?

¿Dónde?
Allá en los libros,
acá en la marcha,
de pronto en la última tertulia,
o en la primera de ellas,
o en la del medio,
a la postre,
la peor.

León Plata
agosto 15 de 2006.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

SI TE CAMBIAN POR UN ZAPATO NUEVO


Pará un momento,
sentite vivo
o nada más sentite;
mirá las ruinas que te allanan,
solventá con un canto todo lo perdido.
Contá todo lo entregado,
sabete ofendido por el viento,
solito todo,
acariciando el llanto
de tu rodilla cuando caía
jugando a pedalear
tu bicicleta;
conocete como fue:
traicionado
por mentiras bien forzadas
en las que tu luz  te prohibió creer,
a las que tu alma  permitió amar.
Caminá dos cuadras,
no más,
y bebé el hilarante humo de tu cigarro
y sentate en cualquier banca
a no aprender de la vida,
a penetrar en el engaño de que has sido objeto;
andá a pedacitos
oliendo el entorno
de poco menos de dos meses
y entoná tu rabia al ciento
besando los labios
de quien ya no está.


León Plata
2007.
Imagen bajo licencia CC.
http://www.stockvault.net/Household_Items_g82-Old_shoe_p6279.html

lunes, 9 de noviembre de 2009

OMINOSO



Sentar cabeza en el césped de los caídos
y escuchar  sus últimas noches,
apabulladas por el desdén de las aceras
con el resignado valor de sus voces
orquestando su adiós;
de nadie, a la nada.

Contraer  el diafragma
y esperar que lo deletéreo no impregne la piel,
consciente de sus golpes,
arqueando  el destino
para evitar que la cabeza caiga en un cesto.

Saberse amado por las tinieblas
y  decretar su ostracismo,
todos los segundos de  la mañana promisoria,
que engaña  su día,
en las incontables tramas del  terror...

II
En los laberintos donde se fabrican
las virtudes opresoras,
también se construyen los verbos
que enlodan
el primoroso canto
de los  cuerpos
transparentes.

León Plata

jueves, 5 de noviembre de 2009

CARNAVALITO



Del festín de las calles
el blanco vacío habrá de emigrar
con su nada herida
con su cartilla de sandeces,
tornasolándose
en una alcantarilla;
vaticinando el temblor de los garabatos,
paseándose puritano
mientras gesticula
desdeñosos desacuerdos
en suntuosas comparsas de cigarras.

León Plata

miércoles, 4 de noviembre de 2009

MEMORIA DEL ODIO



"Lo más terrible se aprende enseguida
y lo hermoso nos cuesta la vida..."
Silvio Rodríguez
 

Tener que madurar en un verde temblor de la violencia,
mecerse fingiendo compostura en las ramas de la injusticia;
ver partir un alma joven expulsada por las milicias del oprobio,
naufragar en las aguas pútridas de la retórica democrática
sin haber pisado nunca la tierra firme.


Ver la Pietá en la madre propia,
y al hermano derruido afrontando el dolor sin armadura;
encerrarse en la casona y arroparse con piel de espantos
para  protegerse en solitario de la fatalidad
que llegaría en forma de toque compungido 
como humo negro,
impresión indeleble
en el horror
de las pupilas.


Encarar lo sucedido con los huesos temblorosos del  rostro
y pasar de niño a hombre con un abrazo de la violencia
y  un calamitoso trago de injusticia.
Sentir la sevicia  hilarante de los pechos henchidos
tras sus rondas criminales,
e insultar al cielo  para exigirle
que el rocío deje de ser mortal.


Saber la miseria triunfante
completando su crueldad,
querer hacer polvo de los Santos,
y de las lágrimas gotas de poderoso narcótico
para no saber más.

Recordar el peso psicópata de la botas militares
pisoteando la inocencia
y  la ruinosa marcha del fusil
invadiendo la ternura,
convirtiéndola en harapos.

Caminar con la furia

al lado de un padre de bahareque
al encuentro de la realidad
lacerando para siempre

 la dignidad ya enjuta,
y volver a aturdirse con los gritos del dolor
de un sábado de noviembre y carnaval.


Auscultar uno a uno, los pasos de la solidaridad
que se alejan,
y guardar el desprecio  en una caja de plomo
dentro del inconsciente
para intentar respirar sin que el aire mate
sin que el sol haga incisiones en las venas.

Luchar en vano contra la vulneración de lo soñado,

e impotente, observar como sangran las amarras del cuerpo flacuchento
mientras instalan el odio tras vulnerar la conciencia,
los sueños,
el pensamiento,
todo eso,
más la presencia impune
del ultraje de la bicicleta, de la madrugada, del gris despuntar
de la vida,
pincelada en lienzos de epidermis; 
obsecuente resto de la tortura.


Retratar la ignominia  para después
no poder desfigurar el retrato,
sentir el cabello acariciado por la ruindad
trenzada con llovizna,
mas no por la mano del hermano;
desear ver el tiempo transgredido por el llanto,
recordar el futuro  en ruda intentona
de sobornar el sufrimiento.


Desaparecer la materia
para  trasegar en las cúspides
donde sólo gimen sombras y reflejos.
y contemplar atónito
como pasean una comparsa
por  la puerta del infortunio
como si no pasara nada
como si el niño y el hombre
fueran gusanos
cuyas muertes
no importan.


Eso Señor,
eso,
no lo merece ningún adolescente...


¡terroristas!
Terroristas derrotados
porque el odio no prosperó,
no pudieron desmontar del hombre su ternura
ni su ilusión de no ver más niños ultrajados
ni más bombazos de guerra negada
devastando sienes inocentes
-tampoco no inocentes-
Lloverá.



León Plata
A 20 años de la llovizna sabatina de un 4 de noviembre...



lunes, 2 de noviembre de 2009

EL OLOR DE LA TINTA Y LAS CANICAS



El olor de la tinta
de aquella noche sagrada
insiste en devorar las paredes
que encerraban el sino lúdico
de mi bicicleta roja.

El olor de la tinta
seduce renglones,
celulosas prensadas
con vientos solares.
La vieja imprenta
de centro de urbe
seguirá manchando
con aconteceres soñados
la historia viva,
universo desbordado
que se muele en cada respiro del hombre
en cada uno de sus pasos.

El olor de la tinta
hará palidecer los portones
candados y celadores
que obstruyen la entrada
a los patios que inspiran
tonadas libertarias.
Sucumbirán en las sombras
los traidores,
reflejos lunáticos
en perfiles rutinarios
de las astillas que pudieron hurtarle
a la sonrisa de los olvidados.

El olor de la tinta,
prontuario de lo imaginado,
habrá de demoler laberintos ignaros,
empalizadas enteras,
suspiros subyugados
en siglos de oropel
y fantasías cavernarias.
Las tintas derramadas en vano,
serán recogidas por niños
recolectores de sueños
para perfumar el deletéreo olor
de la miseria derruida
tras el cristalino fuego
encendido
en una maestra jugada
de los años
de las canicas.


León Plata
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